El cambio climático es una realidad que obliga a replantear principios básicos en el sector de la construcción. Se hace necesario evolucionar hacia edificaciones más sostenibles y respetuosas con el medio ambiente. Este es un objetivo irrenunciable cuya materialización se ve obstaculizada por el incremento de los costes asociados que suponen este tipo de proyectos. Sin embargo, un cambio de perspectiva permitiría entender los beneficios de la inversion a largo plazo. Así por ejemplo, tal inversion puede suponer una mejora de la edificación en términos de eficiencia energética que permita, por un lado al promotor vender a un precio mayor (compensando por tanto los mayores costes de construcción), y por otro, al usuario final beneficiarse de menores gastos en energia durante la vida del edificio.
El cambio en la forma de construir solo será posible si se produce antes un cambio cultural que permita a los ciudadanos pensar mas allá de los costes iniciales, a corto plazo, y poner la mirada en el ahorro de costes a largo plazo.
Más información en:
http://www.elmundo.es/economia/vivienda/2018/07/27/5b59f083ca4741b31a8b4589.html