El cambio climático es uno de los problemas globales más preocupantes de la actualidad. A lo largo de las últimas décadas, nuestro modo de producción y de consumo energético ha provocado alteraciones climáticas a nivel mundial. En el siglo XX, la temperatura se ha incrementado alrededor de 0,6°C y el nivel del mar ha aumentado de 10 a 12 centímetros.
La acción humana es el principal factor de esta problemática, por lo que no es solo un fenómeno ambiental, sino también social y económico. El aumento de los gases de efecto invernadero (GEI) en la atmósfera es provocado por nuestra vida cotidiana: uso del coche, viajes en avión, utilización de electrodomésticos, energía procedente de combustibles fósiles (carbón, petróleo y gas), etc.
Pero los gases de efecto invernadero también son ocasionados por la deforestación y la producción agrícola. En este sentido, los sectores de la construcción y la arquitectura tienen un papel muy importante en la lucha contra el cambio climático.
Con este artículo queremos contribuir a un mejor entendimiento de cómo el uso de la madera en construcción aporta numerosos beneficios medioambientales.
Responsabilidad del sector de la construcción en la lucha contra el cambio climático
El calentamiento global se afronta reduciendo los gases de efecto invernadero (GEI) y aumentando los sumideros de carbono en el planeta, pero también puede apaciguarse desarrollando actividades más simples como plantar árboles o mejorar la ordenación forestal. En este aspecto, los sectores de la construcción y de la arquitectura podemos aportar nuestro granito de arena fomentando la construcción de viviendas con madera, y más en concreto, con madera certificada. Además, debemos procurar que los materiales que empleemos sean lo más sostenibles posible y que estos provengan de buenas prácticas medioambientales.
Aumentar los sumideros de carbono en el planeta es una forma de luchar contra el cambio climático. Los sumideros esenciales son las plantas, pues a través de la fotosíntesis son capaces de eliminar el CO2 del ambiente. Por lo tanto, la madera, que proviene de los árboles, es beneficiosa porque fija el carbono en los árboles y queda almacenado en ella.
En nuestro artículo Madera certificada FSC y PEFC para una construcción sostenible explicamos cómo la certificación de la madera es una forma de promover la correcta gestión forestal. Por lo tanto, al usar madera certificada nos aseguramos de que esta proviene de buenas prácticas medioambientales y que es un producto de origen sostenible.
Beneficios de la madera en la construcción de viviendas
¿Por qué es beneficiosa la madera? ¿No contribuye a la deforestación masiva? La respuesta es no, pues sucede todo lo contrario: su uso ayuda al medioambiente, a la protección y desarrollo del entorno rural y a la generación de empleo. Adquirir madera certificada contribuye al fomento de la correcta gestión forestal. Por el contrario, la construcción con otros materiales como el hormigón o el acero es mucho más perjudicial para la naturaleza.
En lo que se refiere a la producción mundial de madera aserrada en el año 2018, según la FAO España se encuentra en el puesto 29, con aproximadamente 3 millones de m3, mientras que Chile ocupa el puesto 12 con un volumen de, aproximadamente, 8.2 millones de m3. Además, el país contaba en ese mismo año con 1.285.640 hectáreas plantadas de pino radiata, materia que sustenta la industria del aserrío ya que alberga el 97% de su producción.
Sin embargo, estos datos no se ven reflejados en la existencia de viviendas con estructura en madera. Pues, en el año 2007, de las 133.914 viviendas construidas en Chile, solo el 18% tuvo como material principal la madera. Este escenario dista mucho del de países como Canadá o Estados Unidos, donde los porcentajes superan el 90%.
En el mismo orden de cosas, el uso de hormigón, acero o cemento en construcción es mucho más contaminante que la madera. Por ello, a continuación, vamos a describir una lista con los principales beneficios ambientales, funcionales, económicos y sociales de la madera.
Beneficios ambientales
Tal y como comentamos anteriormente, la madera fija el carbono de la atmósfera y, por lo tanto, es el único material de construcción con balance de carbono negativo. De tal manera que cada casa cuya construcción se haya realizado con la madera como material principal sería un pequeño almacén de CO2.
Usar la madera en lugar de otros materiales ayuda a disminuir las emisiones, pues la fabricación, transporte y puesta en obra de hormigón consume 15 veces más energía que si se usara madera, así como también la producción de acero consume 400 veces más que la madera. Además, cabe destacar que el CO2 acumulado en los árboles es superior a las emisiones que la cosecha, transportes y procesamiento provocan. Así, la construcción con madera supone un menor gasto energético y emite menores cantidades de CO2 que otros materiales.
Por otro lado, la madera es un recurso renovable, reciclable y abundante, todo lo contrario, al hormigón y al acero. Los árboles crecen en entornos naturales y, después de procesos de transformación, estos se convierten en materia prima para la construcción. Asimismo, cuando se acaba la vida útil de un producto de madera, este se puede reciclar para fabricar otros productos o para su utilización como combustible. También, con ella se podrían replantar árboles y, así, frenar el proceso de deforestación y cuidar la tierra para que vuelva a crecer la vegetación.
Beneficios funcionales
La madera es un excelente aislante térmico: 15 veces mejor que el hormigón, 500 veces más que el acero y 2.000 veces mejor que el aluminio.
La aislación térmica es, junto al diseño arquitectónico y los materiales de construcción, uno de los elementos principales que configuran el desempeño energético. Por este motivo, una de las vías para lograr la aislación térmica necesaria en climas extremos y, así, reducir el gasto energético por calefacción es la construcción con madera.
En segundo lugar, el comportamiento frente al fuego de la madera es mejor que el del acero. El primer material, alrededor de los 300°C, se inflama y empieza a carbonizar superficial y progresivamente. Esto se produce porque la capa de carbón reduce la entrada del calor y el oxígeno al interior, disminuyendo de esta forma la velocidad de combustión. Por el contrario, cuando el acero alcanza unos 600°C se rompe su vida útil, sin previo aviso.
Por otro lado, la madera es un material duradero si es sometida a unas adecuadas medidas de protección contra la humedad y el ataque de organismos.
Además, la versatilidad de la madera permite una mayor imaginación a los arquitectos, pues con ella es posible conseguir diseños inalcanzables con otros materiales. Los diseños con madera, incluso, ayudan al bienestar de las personas, pues aportan sensación de tranquilidad y calidez.
Otro punto a destacar es la rapidez de su construcción. Las casas de madera prefabricadas son mucho más rápidas de montar que aquellas que emplean otros materiales.
Beneficios económicos y sociales
Según el último Anuario Forestal realizado por el Instituto Forestal de Chile, en 2018 había un total de 984 aserraderos trabajando. Esto supuso una enorme generación de empleo: la gran empresa de aserrío generó 6.877 puestos de trabajo, mientras que las pymes un total de 13.523 empleos. Es decir, la industria de producción de aserrío da trabajo a un total de 20.400 personas en Chile.
En resumen, la madera es un material sostenible y ecológico que presenta numerosas ventajas ambientales, sociales y funcionales. A los arquitectos nos sobran razones para incluir la madera como material principal en la construcción de viviendas.
En Estudio Natura tenemos la sostenibilidad como uno de nuestros principales objetivos de responsabilidad social. ¿Te animas a utilizar la madera en tus proyectos? Consúltanos para un asesoramiento especializado o simplemente coméntanos tus ideas. Estaremos encantados de escucharte y ayudarte a encontrar tu solución.