Lograr ciudades más sotenibles e inteligentes se ha convertido en un objetivo de las administraciones locales, que tratan de crear espacios públicos más accesibles que contribuyan al desarrollo de un estilo de vida más saludable para los ciudadanos. Como consecuencia de esta forma de entender el urbanismo por parte de administraciones como los ayuntamientos, se ha incrementado la demanda de mobiliario urbano sostenible, construido con materiales reciclados o renovables.
Las ciudades evolucionan hacia un modelo de ciudad inteligente (Smart City) y comienzan a aparecer ejemplos de mobiliario urbano sostenible. AsÍ, podemos citar la utilización de madera reciclada obtenida a partir de restos de podas o árboles ya caídos. En otros casos se trabaja para lograr materiales con efectos purificadores para el aire, al ser capaces de eliminar partículas contaminantes, como por ejemplo el Dióxido de Carbono (CO2).
Finalmente, a la sostenibilidad se une la resiliencia, es decir, la capacidad del mobiliario urbano de seguir cumpliendo su función bajo los efectos de los fenómenos atmosféricos, algo que resulta aún más importante ante el escenario de cambio climático al que nos enfrentamos.
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