Ingenieros de la Universidad de Lancaster (Reino Unido) descubren que las mezclas de hormigón que incorporan ciertos componentes de vegetales como la zanahoria, remolacha y el maíz mejoran significativamente las propiedades mecánicas del hormigón.También se ha observado que dichas mezclas mejoran los resultados aportados por lo aditivos de cemento actualmente disponibles en el mercado, con la ventaja añadida de que ademas lo hacen reduciendo costes, ya que aprovechan los desechos de la industria alimentaria,  Así pues, un hormigón mas fuerte y más ecológico que constituye un excelente ejemplo de sostenibilidad y de economía circular, donde se prima el aprovechamiento máximo de los recursos a través de la reducción, reciclaje y reutilización de materias primas, agua y energía.

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