Cambio climático, calentamiento global, deforestación, contaminación a causa del plástico…no son pocos los problemas medioambientales que, actualmente, preocupan a nivel global. La búsqueda de soluciones para evitar un desenlace que nos perjudique a todos ha hecho que, cada vez más, se investiguen nuevas formas de desarrollo sostenible en el que se reduzca la huella ecológica en la producción de nuevas materias primas y de materiales para la construcción. 

La arquitectura ecológica y sostenible es una alternativa a la arquitectura convencional que plantea y realiza las construcciones de manera que se reduzca el impacto medioambiental. Trata de seleccionar materiales de origen renovable y explotación sostenible y respetuosa con el medio ambiente, así como de que su proceso de extracción, fabricación y transporte sea el menos contaminante posible. 

En base a esto, existen una gran multitud de materiales que por sus características entendemos como sostenibles o ecológicos. Siempre y cuando todo el proceso, desde que conseguimos el material hasta que lo utilizamos en la construcción final, tenga un impacto medioambiental controlado y reducido, podremos darles esta consideración. Además, suelen ser duraderos y reciclables, fomentando su reutilización. 

No obstante, como se podrá deducir, unos son mejores que otros debido a sus características o propiedades, haciendo que resulten más sostenibles que otros. Así, desde Estudio Natura te presentamos nuestra selección de 5 materiales que, bajo nuestro criterio, entendemos como los mejores a la hora de llevar a cabo una construcción sostenible. 

5. Piedra

Existe en el mercado una gran gama de materiales pétreos para utilizar en nuestras construcciones, este es un material duradero y de alta resistencia al desgaste y la erosión del tiempo. No obstante, para considerar un uso sostenible de la piedra como material de construcción debemos tratar de escoger la piedra propia del lugar, o de canteras locales, lo que además favorecerá una mejor integración con el paisaje natural o el resto del entorno.

Un objetivo esencial de la arquitectura ecológica es reducir la huella de carbono, por lo que, si es posible, la mejor recomendación es aprovechar la propia piedra generada por el acondicionamiento de la parcela y la excavación de la cimentación para la urbanización, rellenos, definición de muros perimetrales… 

4. Adobe

Se trata de una mezcla de barro con paja a la que se le da forma de ladrillos para luego secarla al sol y, con ello, comenzar a edificar. Sin embargo, aunque se puede emplear cualquier tipo de tierra para su elaboración, esta debe tener una calidad mínima. Por ello, es necesario comprobar su estado. De lo contrario, el resultado final será pobre y, posiblemente, no contará con las garantías adecuadas o los requisitos exigidos. 

Una de las principales ventajas es que tiene un bajo costo y consumo de energía, además de bajos costes de transporte. Por otro lado, es un material flexible capaz de adaptarse a múltiples moldes que cuenta con una gran resistencia al fuego e insectos y, por supuesto, es reciclable. 

Aún con todo, la humedad puede causar desperfectos y es necesario tener en mente desde el primer momento el mantenimiento que se va a realizar o la protección que se va a aplicar para así mantener el perfecto estado de la construcción. 

3. Barro cocido

Al igual que la piedra y el adobe, este material ha sido utilizado desde los inicios de la civilización. Se suele utilizar para revestimientos, tejas, bloques o baldosas por su gran cantidad de ventajas: es impermeable si está correctamente cocido, se puede limpiar fácilmente, se puede reciclar para volverse a utilizar como materia prima y no tiene partículas tóxicas. Además, puede evitar la aparición del moho y el polvo no se adhiere tan fácilmente como a otros materiales. 

Este material es muy común en regiones continentales donde es más fácil el acceso a las materias primas arcillosas, en contra, las regiones e islas volcánicas no disponen de muchas áreas de extracción del material necesario, por lo que su utilización en estas regiones encarece los proyectos. 

2. Bambú

En Asia es una alternativa sostenible a las construcciones elaboradas con hormigón armado o acero, no en vano se le conoce por el “acero vegetal”. Se utiliza asiduamente en la creación de pérgolas, andamios y cubiertas, así como en mobiliario y luminarias. 

Es ligero, flexible, resistente a la tracción y reciclable, además de tener un crecimiento bastante rápido. No obstante, puede pasar mucho tiempo desde que se planta hasta que germina y requiere de un importante aporte de agua para su crecimiento. En regiones subtropicales y tropicales pueden ser una buena alternativa a la madera. 

Mención especial. Micelio

Antes de llegar al material número 1 de nuestra selección, te presentamos el micelio, un material que proviene de los hongos. 

Cuando los hongos se encuentran en la superficie, desarrollan una especie de “raíces” que se van creando en todas las direcciones. Se trata de filamentos de una delgadez extrema que van formando una red compleja, creciendo a una gran velocidad y cubriendo todo el terreno que pueda llegar a cubrir: esto se denomina “micelios”. Así, actúan como un pegamento que cementa el sustrato que se haya utilizado, el cual puede abarcar desde cualquier tipo de residuo agrícola hasta paja o serrín. 

Para su elaboración, se debe esperar a que los micelios crezcan y abarquen todo el molde. Posteriormente, se inhibe este crecimiento para obtener el bloque deseado. Asimismo, al inhibir el crecimiento, se está evitando que crezcan los hongos en sí o que genere esporas. 

Su principal particularidad (y el motivo de que se lleve un reconocimiento especial en nuestra selección) es que se trata de un material totalmente biodegradable. Sin embargo, se encuentra en fase experimental: aún es necesario investigar más para comprobar si este material realmente cuenta con la eficiencia, resistencia, durabilidad y calidad necesarias para poder utilizarse de manera efectiva en construcciones firmes.

Y, ahora, sí, te presentamos al primero en nuestra lista: 

1. Madera

El material sostenible por excelencia. ¿Tendrá algo que ver que también sea de los más populares? Sí, en parte. Su creciente popularidad se debe tanto a su estética como a sus características que la convierten en uno de los mejores para contribuir al cuidado del medioambiente.

La madera es aislante, lo que significa que haga frío o calor, ayudará a mantener la temperatura dentro de la casa: en verano la encontraremos fresquita y en invierno, templada. Gracias a esto, permite ahorrar energía y resulta más eficiente, puesto que se reduce el uso del aire acondicionado o de la calefacción. Esto sumado al efecto psicológico, puesto que transmite una sensación acogedora y de calma. 

Por otro lado, su origen es completamente natural y, si se trata adecuadamente, no produce ningún tipo de contaminación en ninguna de sus fases de producción, además goza de una gran flexibilidad y resistencia mecánica. 

No solo no perjudica al medioambiente, sino que le ayuda. Contribuye a parar el cambio climático gracias a que actúa como un sumidero de CO2, es decir, almacena el dióxido de carbono que, durante su crecimiento, los árboles han ido eliminando del aire. Por tanto, este no llega a la atmósfera. 

Muchas personas se preguntan si no es contradictorio que se recomiende la madera como material sostenible si para su obtención deben talarse árboles. Lo cierto es que esto no debería ser un problema siempre y cuando la madera sea certificada. Ya hablamos en otro artículo en profundidad sobre la madera certificada, donde comentábamos que esta debe proceder de tala responsable. De esta manera, por cada árbol que se tala, se plantan nuevos, evitando la deforestación.

En Estudio Natura estamos especializados en la construcción con madera, promoviendo la arquitectura y diseño natural. Si quieres saber cómo empezar con tu proyecto, no dudes en contactarnos.