La combinación de un número de factores, como la alta antigüedad media del parque de viviendas, los precios de la energía y unos bajos ingresos, es responsable de la situación de vulnerabilidad y pobreza energética a la que se enfrentan más de 4 millones de hogares españoles.
Los expertos apuntan a la necesidad de adoptar una visión global a la hora de abordar esta problemática, y sugieren que invertir en rehabilitación energética es una alternativa para paliar este problema. Cualquier solución debe considerar la actuación en tres grandes ejes:
Mejorar los hábitos energéticos de las familias vulnerables.
Impulsar los trabajos de rehabilitación energética.
Búsqueda de financiación.
Precisamente la financiación es una cuestión fundamental en torno a la cual se han planteado diversas iniciativas, como por ejemplo involucrar al sector privado, modificar los criterios utilizados para la concesión de subvenciones y el acompañamiento a las familias.
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